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¿Qué es Conducta? (1915) por G. A. Tawney

VOL. XII. No. 2.                                                                        JANUARY 21, 1915

THE JOURNAL OF PHILOSOPHY PSYCHOLOGY AND SCIENTIFIC METHODS

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WHAT IS BEHAVIOR?  /  ¿QUÉ ES CONDUCTA?

 

El término comportamiento a veces denota fenómenos como la acción del oxígeno o el movimiento de un cometa, al igual que en otras ocasiones se refiere a las acciones de los organismos. En consecuencia, no es posible delimitar claramente el tema de la psicología solo con este término, porque no es posible hacer lo que queramos con los significados establecidos de las palabras. En consecuencia, se ha sugerido que la psicología se defina como la ciencia del tipo de comportamiento que exhibe carácter e inteligencia. Sin embargo, aquí hay dos términos de uso variado y complejo que necesitan definición tanto como el comportamiento. Exhibir carácter puede significar poseer rasgos positivos y, por tanto, aplicarse a la conducta, pero en el mismo sentido se aplica a todo lo que puede ser objeto de pensamiento; y ¿en qué sentido se puede decir que el comportamiento de los organismos inferiores muestra inteligencia? ¿Cómo comprender el carácter y la inteligencia de muchos de los organismos inferiores con los que tiene que ver la psicología comparada? Para concretar la pregunta, ¿en qué sentido se puede decir que el comportamiento de los ratones blancos muestra estos dos rasgos? Desde el punto de vista genético, se puede decir que el carácter y la inteligencia son resultados y resultados de la conducta más que sus atributos fundamentales. En consecuencia, parece claro que estos dos términos son demasiado vagos para servir como diferenciación del tipo de comportamiento en el que está interesado el psicólogo.

Para la ciencia de la biología, la acomodación y el hábito son rasgos fundamentales de la conducta, y al autor actual le parecieron una vez suficientemente simples y definidos para satisfacer también las necesidades de la psicología. Pero cuanto más de cerca se examinan estas leyes, menos parecen expresar la interioridad real de la conducta en psicología. La selección y la repetición son términos aún más simples y se acercan más a la esencia del asunto. Todo vivir, ya sea orgánico o mental, implica selección y repetición entre los actos de individuos y especies. El hábito es la tendencia de los seres vivos a volver a obtener un bien que una vez se ha logrado; acomodación, la tendencia a preferir procedimientos más adecuados, la tendencia de los seres vivos a perseguir un bien mayor. En la gran mayoría de organismos, ambos procesos son irreflexivos, y entre los seres reflexivos ambos se vuelven menos reflexivos a medida que se vuelven más habituales. La reflexión aparece cuando el hábito y la acomodación resultan ser formas inadecuadas de afrontar las condiciones de vida.

Tanto el hábito como la acomodación se han representado como fenómenos puramente físicos y químicos. En la psicología de Herbert Spencer, las reacciones a los estímulos están determinadas en primer lugar por la energía de los estímulos y las propiedades físicas del organismo. Una ola de cambio molecular sigue "la línea de menor resistencia" y emite en movimientos cuya energía es equivalente a la energía de los estímulos que actúan en las condiciones de su transmisión a través del organismo. Las repeticiones de los estímulos provocan repeticiones de los movimientos, porque "la línea de menor resistencia" se habrá vuelto "más permeable" por el primer proceso. Así se establecen hábitos y los hábitos inducen fibras nerviosas y organización psicofísica.

Al criticar esta descripción de la vida mental en términos de física y química, se ha señalado que los estímulos no se repiten de la manera regular y periódica que aquí se presupone. El crecimiento se produce no tanto a favor de un entorno propicio como a pesar de otro que no lo fomenta. La vida es de principio a fin y en todas sus fases una lucha. La vida de un organismo es un proceso de obtención de los estímulos adecuados en lugar de una recepción pasiva de ellos desde el exterior. Un cierto poder de selección, así como de repetición, parece ser característico de los tejidos vivos en todas partes. Los organismos reaccionan a los estímulos no tanto de acuerdo con la naturaleza de los estímulos como de acuerdo con su propia naturaleza, y el crecimiento tiene lugar reaccionando a los viejos estímulos de formas nuevas con tanta frecuencia como reaccionando a los nuevos estímulos de las formas antiguas. El problema de la ciencia de la bioquímica es describir este proceso en términos de cambio molecular; pero para otras ramas de la biología y para las ciencias afines de la vida humana, el hecho de que los organismos, individualmente y en grupos, se comporten de manera que tiendan a conservar y mantener al organismo y su especie es fundamental.

El hábito no es distinto ni separado del alojamiento y la selección. Las repeticiones estereotipadas de actividades previas, por regla general, no ocurren en la vida real; la vida real es una reforma continua de las tendencias habituales. Entre todos los organismos superiores, la imitación y la sugestión operan para modificar los sistemas congénitos de tendencia activa, y así hacer la vida social. Durante años le ha parecido al autor actual que la ciencia de la psicología, basada como suele basarse en la concepción refleja de la actividad psicofísica, debería adoptar un nuevo fundamento. El arco reflejo con sus segmentos: aferente, central y motor es un intento de describir la vida mental en términos de materia y movimiento, es decir, es un intento de concebir los fenómenos mentales como meras redistribuciones de energía. Este último es el problema de la bioquímica y de esa rama de la biología conocida como fisiología. Si la psicología ha de tener en el futuro un campo distinto, debe comenzar con el hecho tan evidente en el fenómeno llamado valor, el hecho, a saber, que toda la vida mental tiende a conservarse obteniendo y reteniendo sus propios estímulos apropiados. El hecho fundamental de la vida mental es el hecho del valor, la tendencia de los organismos psíquicos a seleccionar primero y luego mantener bajo su control lo que sea necesario para su vida. Este no es un reflejo mecanicista, sino un acto de auto-mantenimiento.

Desde 1898, por conveniencia, he usado la palabra Aesimación para designar este tipo de comportamiento. Es más comprensivo que la palabra consistencia, siendo la forma general de pre-reflexiva tanto como la de las psicosis reflexivas. Es más completo que el instinto o el impulso, el carácter o la inteligencia. La palabra impulso, especialmente en la traducción alemana “Trieb” tiene un significado similar, pero esto no denota propiamente las funciones mentales superiores y más complicadas. La importancia de la Aesimación aumenta enormemente con la imitación y la sugestión. Cuando la vida alcanza la etapa de organización en la que es posible que los organismos coloquen y reciban copias de manera imitativa, la etapa en la que la tendencia a buscar y seguir tales copias está bien establecida, el proceso de Aesimación opera para hacer que el individuo sea susceptible a la influencia de la tradición y las instituciones de su grupo. Es entonces cuando aparece el carácter, en el sentido de las correlaciones sociales habituales, y se desarrolla la conciencia de una especie de ser y de un mundo de experiencia común con el que se identifica al individuo. Desde el punto de vista de este tipo común de ser y mundo común, todos los contenidos reales de atención tienen significado y valor. Y esto es inteligencia. Es esta conciencia del tipo de ser al que uno pertenece y de un mundo que es compartido en común con todos los demás de su tipo lo que constituye la esencia de la personalidad; porque toda persona genuina se conoce a sí misma sin hacer creer que desempeña un papel humano. Ésta es la base del sentido moral, y aquí también se encuentra el fundamento psicológico de aquellas normas de valor lógico y estético que encuentran expresión y aplicación en la ciencia y el arte. Podemos decir, por tanto, que la psicología no se preocupa principalmente por el yo, el carácter o la inteligencia: la ciencia se ocupa principalmente del tipo de comportamiento que aquí hemos llamado Aesimación: pero este tipo de comportamiento es de tal naturaleza que por crecimiento y desarrollo se despliega en todas estas formas de vida. Y cuando se mira así, la inteligencia y el carácter dejan de ser una especie de mundo interior, comparable a un acuario de cristal con peces dorados nadando en él, que todo el mundo lleva consigo.

La ventaja de esta concepción del tema de la psicología me parece triple. En primer lugar, le da a la ciencia una unidad de la que ahora carece. El psicólogo se ve obligado hoy a incorporar en el tratamiento de su tema varios capítulos que están tomados directamente de los trabajos de anatomistas y fisiólogos, y siempre debe ser un reproche al sujeto que no pueda dedicar su atención a lo que ahora acepta como su campo propio, a saber, los fenómenos de la conciencia. Una vez que se concibe al sujeto como ciencia de un cierto tipo de comportamiento, y las referencias a las condiciones físicas y fisiológicas bajo las cuales tal comportamiento es posible se vuelven lógicamente relevantes para su tratamiento. En segundo lugar, este punto de vista confiere al desarrollo del tema algo del interés de una trama en continuo desarrollo. Donde los tratados de psicología son hoy colecciones de tratados que inevitablemente al neófito le parecen más o menos inconexos, excepto por el accidente de haber sido incluidos en las portadas de un solo libro, todo el tema ganaría enormemente en la continuidad del desarrollo. Por último, tal tratamiento tenderá a dar al sujeto algo de la viveza y realidad de la vida misma. No hay problemas relacionados con el tema en absoluto que no puedan ser tratados desde este punto de vista, y podríamos agregar que tal tratamiento no embriagaría las mentes de los jóvenes estudiantes con concepciones que tienden a detener todo pensamiento efectivo sobre los problemas más profundos de la vida.

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Anexo 1.

a. Portada “What is Behavior?  /  ¿Qué es conducta" (1915) por G. A. Tawney, en The Journal of Philosophy, Psychology and Scientific Methods, Vol. 12, No. 2.



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Titulo: “What is Behavior?  /  ¿Qué es conducta"

Autor: G. A. Tawney

Fuente: The Journal of Philosophy, Psychology and Scientific Methods, Vol. 12, No. 2.

Año: 1915

Idioma: Inglés

OBRA ORIGINAL

En esta publicación lo puedes disfrutar en español (Ya que es una traducción del original). Queremos agradecer a todos los lectores por el apoyo pero en especial a la Mtra Amy R. Epstein quién es Profesora de la University of North Texas agradecemos en demasía puesto que fue ella quien nos compartió el acceso a este valioso artículo. Atentamente todos los que hacemos posible Watson el Psicólogo (@JBWatsonvive) Agradecemos por parte de todos los que hacemos posible Watson el Psicólogo (@JBWatsonvive) (Gajardo, D. U., Herrera, A., Luján, F. S., Méndez, F., Reyes, J. I., Vences, I.)

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