SCIENTIFIC BOOKS / LIBROS CIENTÍFICOS
The Animal Mind / La mente animal. Por MARGARET FLOY WASHBURN. Nueva York, The Macmillan Company 1907. Pp. X + 333.
En este libro la autora ha reunido una amplia serie de
hechos que representan los principales resultados obtenidos en el campo del
comportamiento animal durante los últimos años. Está diseñado como un libro de
texto en psicología comparada y como un libro de referencia listo y
conveniente. El volumen será de un valor incalculable para el lector científico
en general y para el psicólogo comparado que se ha limitado un tanto a una fase
particular de la conducta animal.
El material reunido en este volumen se ha ordenado de forma
lógica y sistemática. El libro ofrece, en consecuencia, una fácil orientación
en cualquier fase del campo. El estilo de presentación es claro y legible. El
crítico tiene la esperanza de que este volumen caiga en manos del lector en
general y, por lo tanto, sirva como contraria a una serie de libros que
presumiblemente tratan de la "verdad sobre los animales".
Ciertamente, cualquiera que haya tenido el beneficio de una formación
universitaria ordinaria puede leer el libro obteniendo muchos beneficios.
Los capítulos iniciales de la señorita Washburn tratan
inteligentemente de las dificultades en la forma de observar las reacciones de
los animales; con los métodos tradicionales para observar tales reacciones; con
los métodos de interpretación de los hechos observados; y con la evidencia de
la presencia de ánimo en los animales según se infiere, por un lado, de la
estructura y, por otro, del comportamiento.
En el capítulo sobre la mente de los organismos más simples,
el autor trata primero de la estructura de los organismos inferiores, luego de
los hechos observados sobre su comportamiento, y luego intenta construir a
partir de estos datos el tipo de mente que deben tener tales organismos, si es
que lo tienen son conscientes. Este intento de construcción de la mente de los
animales inferiores es una tarea algo triste y desesperada. La necesidad de tal
tarea la sienten principalmente aquellos psicólogos que piensan en la mente
principalmente en términos de estructura.
Los capítulos que tratan de las discriminaciones sensoriales
en animales están especialmente bien diseñados. Bajo el título de “Discriminación
sensorial: el sentido químico”, La señorita Washburn reúne una gran cantidad de
material extraído de los experimentos realizados con animales que van desde los
celenterados (celentéreos) hasta los vertebrados. Los numerosos artículos
de investigación que tratan este tema están dispersos e inaccesibles. El autor
ha hecho un verdadero servicio al reunirlos y brindarles un tratamiento sistemático.
En el capítulo sobre la audición el autor, si bien da un
buen resumen del campo, comete el error de decir que los pájaros no tienen cóclea.
La cito en detalle de la siguiente manera (p. 119):
Se supone que la cóclea es la parte del oído humano sobre la
que descansa el poder para distinguir las diferencias de tono. Aún, las aves no tienen cóclea [la
cursiva es mía], aunque si admitimos que los animales que producen sonido son
los que pueden oírlos, algunas aves al menos deben ser capaces de discriminar
el tono de una amplia gama y gran agudeza. Los poderes de imitación que a
menudo se evidencian en el canto de los pájaros son una prueba de que este es
el caso.
La declaración de Edinger sobre la cóclea en las aves es la
siguiente:
La cóclea está poco desarrollada en los peces, pero en las
aves alcanza un desarrollo regular (1).
Wiedersheim tiene lo siguiente que decir sobre la cóclea de
aves y reptiles:
En el primero, el caracol crece cada vez más en forma de
canal (ductus cochlearis) y finalmente experimenta una curvatura y un ligero
giro en espiral en cocodrilos y aves. De la mano de esto va una diferenciación
cada vez más descuidada de la lámina (membrana) basilaris y la papilla acustica
basilaris. Ambos se extienden cada vez más hacia los anhelos, y al mismo tiempo
se establecen claramente una scala tympani y vestibuli (2).
Apenas es posible que el autor tuviera en cuenta la falta de
los arcos de Corti en el aparato auditivo de las aves. Esto lo admiten los neurólogos
comparados (3); pero se dispone de una membrana basilar bien marcada. Se
recordará que una consideración que llevó a Helmholtz a abandonar la noción de
que los arcos de Corti son los únicos responsables de la detección de las
diferencias de tono y asignar esa función a las fibras de la membrana basilar
se debió al hecho de que las aves poseen la última estructura pero no la
primera.
La autora trata de Reacciones Determinadas Espacialmente y
Percepciones Espaciales, en dos capítulos. Ella analiza aquí: la reacción a un único
estímulo localizado; orientación de reacciones; reacción a un estímulo en
movimiento; reacción a una imagen retiniana; reacciones adaptadas a la
distancia de los objetos. Las diversas reacciones consideradas en esta parte
del libro deberían, con toda probabilidad, tratarse juntas, pero es un poco
exagerado tratar con ellas bajo un título tan sugestivo de la vida mental
organizada. Aparte de este punto, debemos comentar el valor de la organización
de este complejo material. Aquellos de nosotros que hemos seguido en alguna
medida los avances realizados en el estudio de los organismos inferiores
sabemos la tremenda tarea que debe haber sido pasar por este campo y reunir los
hechos importantes y luego organizarlos sistemáticamente en un todo legible.
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1.- "Anatomy of the Central Nervous System, etc. / Anatomía
del Sistema Nervioso Central, etc.", traducción inglesa de Hall, 5ª edición,
p. 91.
2.- " Vergleichende Anatomie der Wirbelthiere," fünfte
Auflage / 2.- "Anatomía comparada de los
vertebrados", quinta edición. p. 324. Cfr. también la obra monumental de
Retzius sobre los órganos auditivos de los vertebrados.
3.- C. Hasse. Véase "Sensations of Tone / Sensaciones de Tono" de Helmholtz, pág.
146.
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La última parte del libro trata de la modificación de
procesos conscientes por la experiencia individual; la idea de la memoria; y
algunos aspectos de la atención.
El libro en su conjunto está tan bien hecho que aventuramos
la opinión de que su utilidad continuará durante varios años. Su disposición es
tal que los resultados de investigaciones posteriores, tal como aparecen de vez
en cuando, pueden incorporarse fácilmente en ediciones sucesivas.
JOHN B. WATSON
THE UNIVERSITY OF CHICAGO
Anexo 1.
a. Portada “The Animal Mind / La mente animal" (1908) Por John Broadus Watson (John B. Watson) en SCIENCE VOL 28, ISSUE 713, AUG 1908: 275-276.
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Titulo: “The Animal Mind / La mente animal"
Autor: John Broadus Watson (Watson, J. B.)
Fuente: SCIENCE VOL 28, ISSUE 713, AUG 1908: 275-276
Año: 1908
Idioma: Inglés
OBRA ORIGINAL
En esta publicación lo puedes disfrutar en español (Ya que es una traducción del original). Queremos agradecer a todos los lectores por el apoyo pero en especial a la Mtra Amy R. Epstein quién es Profesora de la University of North Texas agradecemos en demasía puesto que fue ella quien nos compartió el acceso a este valioso artículo. Atentamente todos los que hacemos posible Watson el Psicólogo (@JBWatsonvive) Agradecemos por parte de todos los que hacemos posible Watson el Psicólogo (@JBWatsonvive) (Gajardo, D. U., Herrera, A., Luján, F. S., Méndez, F., Reyes, J. I., Vences, I.)
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